Yves Klein - Saut dans le vide (1960) |
Las letras salvajes vibran y centellean y escribirlas cuesta la vida.
Para ello se necesitan individuos que anden por la cuerda floja,
asesinos de las belles lettres que manejen las palabras
afiladas con destreza de carnicero, paseantes erráticos que cartografíen
los límites del mundo, huérfanos maleducados con fuego en las entrañas
y, en definitiva, tipos infames que estén dispuestos a dar la vida por
esa expresión literaria que debe pasárselas con poco y que pone ella misma su territorio, su parentesco y, si fuera necesario, hasta su enemigo.